jueves, 22 de octubre de 2009

AGORA (1)


A propósito de la película recién estrenada por Amenabar ―muy recomendable para los amantes de la ciencia― procedemos a aclarar una confusión generalizada entre los/as que nos visitan desde el continente, esto es, pensar que los isleños sentimos una sensación de claustrofobia al vivir rodeados de mar. Piensan, equivocadamente, que nos agobia el hecho de no poder escapar, de estar atrapados. Nada más lejos de la realidad, el isleño percibe la isla como un espacio abierto ―como un ágora― en el que la línea de costa no es un límite sino una seña de identidad a partir de la cual lanzar la mirada hacia el resto del Mundo. Lejos de sentir esa claustrofobia que pretende equiparar la isla a un ascensor, el isleño en cualquier caso padece agorafilia, o lo que es lo mismo, debilidad por el mar, por el horizonte, por aquello que a un tiempo nos une y nos separa. Ciertamente, en otro tiempo, trascender la isla implicaba viajar a los centros políticos, culturales o económicos del planeta, ora en barco, ora en avión. Sin embargo, Internet ha venido a devolvernos el centro que creíamos situado en aquellos lugares remotos. El ágora ahora ―o agora que diría un portugués― estaría casi completo.

miércoles, 7 de octubre de 2009

PUERTAS

Las puertas son uno de los elementos patrimoniales de los que debemos sentirnos más orgullosos en La Isleta. No deja de ser sorprendente su altura, en algunos casos de más de cuatro metros. La explicación en parte tiene que ver con la pendiente del barrio que obligaba, en las casas orientadas al Sur, a situar el piso de la planta baja más de un metro por encima del nivel de la calle. Como la composición de los huecos obligaba a igualar la altura de coronación de puertas y ventanas, el resultado era siempre un alargamiento de la puerta funcionalmente innecesario. Bendita tiranía del orden clásico que nos ha legado un patrimonio tan exuberante.

martes, 6 de octubre de 2009

INSTANTÁNEAS

Hace 125 años Luis Ojeda Pérez volvió a posar sus trípodes sobre la arena del Istmo que conducía a la Isleta. Era algo frecuente para el, probar cada nuevo artefacto que le enviaban en primicia desde Francia. Ya lo había hecho diez años antes cuando aquel velero quedó varado en la Puntilla. La imagen le cautivó hasta el punto de volver una y otra vez a esa tierra de nadie entre los Arenales y el Puerto. El Puerto, La Isleta, Los Arenales siguieron su rumbo hacia el siglo XX. El estudio de Luis dejó de recibir novedades. Al tiempo que la historia de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria comenzó a acelerarse Luis Ojeda dejó de tomar sus fotografías del Istmo, como si el nuevo ritmo de la ciudad impidiera aquellas imágenes de la calma isletera.

lunes, 5 de octubre de 2009

RODEOS

"Y estamos aquí naciendo y muriendo, moviendo los pies, cantando y viviendo"

A partir de mañana La Isleta Participa recibe un nuevo impulso. Tras unos años en estado latente, volvemos al trabajo con caras y ganas renovadas, con nuevas ideas y proyectos, con ilusión y sobre todo con el deseo de compartirlo, de llamar a la participación de todos/as en esta nueva etapa.
En Los Rodeos siempre hay rincones que nos llaman la atención. Decía Edward De Bono que existen formas indirectas de enfrentarse a los problemas. Su pensamiento lateral no es más que aventurarse a abandonar la línea recta para deambular por el sinuoso mundo del rodeo.
En los próximos dos años les proponemos estos nuevos itinerarios para La Isleta, lentos, imperfectos, pero cargados de rincones, de belleza, de encuentros inesperados...

lunes, 18 de mayo de 2009

Defender la alegría

En cierta ocasión, en el teatro Guiniguada, en Vegueta, Mario Benedetti respondió al profesor Reina sobre la diferencia entre Hispanoamericano, Iberoamericano y Latinoamericano. Fue tan sencilla la explicación que dio Benedetti que no quedó nadie en aquella sala que no aprendiera la lección del maestro.
Tantas veces leido y escuchado y cantado, sus palabras son compañeras de mente: La Ceiba antillana, el Ombú en su Pampa húmeda o el Sauce de Tacuarembó, la mujer desnuda y en lo oscuro, o los formales y el frío.

Ahora que ya no está con nosotros, nos nace decir lo que el maestro "son macanas que los hombres no lloran" "aquí lloramos todos gritamos berreamos moqueamos chillamos maldecimos" "porque es mejor llorar que traicionar" "porque es mejor llorar que traicionarse" "llorá pero no olvides"

martes, 2 de diciembre de 2008

EL "NO SOPORTO"

Especialmente extendida en occidente encontramos la enfermedad del “No soporto”[1]. Fue descrita por primera vez por el Kushana Hindú Narasimha Sharma, durante el último de sus viajes a la corte española en el Siglo XVIII. Narasimha descubrió que el grado de exigencia de los mandatarios hacia sus vasallos era proporcional al poder pretendido por cada uno. También logró aislar el origen de la misma en un diminuto fragmento del carácter de la persona afectada: el poder y la ambición.

«“Tener” es el camino para “no soportar” ».– escribe Narasimha en uno de sus diarios– «El que nada tiene, debe soportar sin remedio». Claro que la enfermedad se encuentra latente en quien la padece y sólo se manifiesta cuando se realiza un desplazamiento, como por ejemplo un viaje o en el momento del contacto con otras personas que no padecen la enfermedad.

Aun en la actualidad es en occidente donde encontramos los índices más elevados de afección de esta enfermedad. Son muchos los ciudadanos occidentales que “No soportan” vivir sin agua potable, sin electricidad, sin sanidad pública, sin jubilación, sin trabajo fijo, sin contaminación. Algunos, en un estado muy avanzado de la enfermedad “no soportan” la incomodidad de las guaguas, el olor de la basura, el color de las farolas.
Sin duda debemos guardarnos de los “no soporto” como de las peores enfermedades. El índice de contagio es muy alto, especialmente en las aglomeraciones de tráfico o en la cola de los grandes eventos. Se recomienda para su tratamiento hablar con otras personas no contagiadas como los niños, los inmigrantes, los pobres, etc.

[1] En otros escritos podemos encontrarla también como “intolerancia”

miércoles, 26 de noviembre de 2008

SE VERLA AL REVÉS

"Luz Azul" (2004), dentro de una serie titulada ""Palíndromos cromáticos" del artista argentino Augusto Zanela ( http://www.augustozanela.com.ar/)

Eran un divertimento en la Grecia Clásica, algo así como los crucigramas o las sopas de letras de Aristóteles o Pericles. Los Palíndromos, esas frases que se leen igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda, han ocupado muchas servilletas de la historia de la Humanidad.

El interés estriba en superar las grandes limitaciones que impone la regla (dicho así parece un anuncio de compresas). O sea, frente a la dificultad de encarar el papel en blanco con una libertad aterradora, el arte del Palíndromo ya nos plantea una ley lo bastante complicada como para que la sola superación de esa regla, confiera valor al resultado. Además, curiosamente los Palíndromos rozan a veces la composición poética.

Existen palabras que son Palíndromos, como ANILINA y giros o frases cortas, muy recurridas por los palindrómanos como LUZ AZUL.

Aquel que se atreve a profundizar en la creación de Palíndromos, se encontrará muy pronto dándole la vuelta a las palabras que se encuentran a su alrededor: ROMA ESE AMOR; y sobre todo muchas búsquedas sin final ni principio: ...POCA SORPRESA A SER PROZAC O... A veces de tanto dar vueltas y vueltas es el mundo mismo el que convertimos en un Palíndromo que se nos muestra del revés y es curiosamente en ese estado en el que las cosas empiezan a cobrar sentido. ¡Que los Cronopios me perdonen!

mi particular aportación: RAZA TROCADA CADA CORTAZAR.