martes, 6 de octubre de 2009

INSTANTÁNEAS

Hace 125 años Luis Ojeda Pérez volvió a posar sus trípodes sobre la arena del Istmo que conducía a la Isleta. Era algo frecuente para el, probar cada nuevo artefacto que le enviaban en primicia desde Francia. Ya lo había hecho diez años antes cuando aquel velero quedó varado en la Puntilla. La imagen le cautivó hasta el punto de volver una y otra vez a esa tierra de nadie entre los Arenales y el Puerto. El Puerto, La Isleta, Los Arenales siguieron su rumbo hacia el siglo XX. El estudio de Luis dejó de recibir novedades. Al tiempo que la historia de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria comenzó a acelerarse Luis Ojeda dejó de tomar sus fotografías del Istmo, como si el nuevo ritmo de la ciudad impidiera aquellas imágenes de la calma isletera.

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